La neutrofilia es una de esas afecciones médicas de las que simplemente no se oye hablar con frecuencia. Quien padece esta afección suele tener más neutrófilos en la sangre o el suero que una persona sana del mismo sexo y edad. Los neutrófilos son básicamente un tipo de glóbulos blancos (leucocitos) que tienen la tarea de matar o combatir materias extrañas en el cuerpo, como hongos y bacterias. En palabras simples, son importantes en la fuerza defensiva del cuerpo. Antes de analizar los tratamientos para la neutrofilia, aquí hay un breve resumen de las causas.
Causas de la neutrofilia
Esta condición puede ser causada por una variedad de factores y se manifiesta de diferentes maneras en las personas. Las causas de la neutrofilia incluyen:
Infecciones agudas: Las infecciones bacterianas, virales y fúngicas provocan esta afección.
Inflamaciones: las inflamaciones no infecciosas como las resultantes de quemaduras, enfermedades autoinmunes, postoperaciones o incluso un ataque agudo de infarto de miocardio pueden desencadenar un aumento de neutrófilos.
Estrés: hay un aumento automático en la cantidad de neutrófilos en el momento en que ocurre el estrés, por ejemplo, si alguien está ansioso o tiene un episodio de convulsiones.
Fumar: se producirán niveles elevados de neutrófilos debido a la inflamación provocada por fumar.
Los tumores malignos pueden ser una causa.
Tratamiento de la neutrofilia
Una vez realizado el diagnóstico y confirmado, se puede comenzar el tratamiento de la neutrofilia. Hay varias formas de tratar esta afección, pero el objetivo es el mismo: tratar la afección causante. Es importante tratar la afección causante para prevenir un mayor desarrollo de la neutrofilia. A continuación se ofrecen algunos consejos sobre cómo se utiliza para manejar la afección:**
Referencia a un hematólogo: Los hematólogos son especialistas en problemas relacionados con la sangre. Ayudan a identificar ciertos problemas que pueden provocar problemas sanguíneos y, por lo tanto, también pueden detectar problemas de los glóbulos blancos. El problema podría ser un crecimiento anormal del bazo que cause la neutrofilia. Un hematólogo ayudará a determinar la causa exacta.
Aspiración de médula ósea: En el tratamiento de la neutrofilia, la aspiración de médula ósea será muy útil. Puede haber depresión de la médula ósea que puede estar causando otros problemas relacionados con la sangre. La aspiración ayudará a identificar problemas hematológicos que puedan existir.
Mantenimiento de un estilo de vida saludable: Como se mencionó anteriormente, la principal causa de la neutrofilia son las infecciones. Mantener un estilo de vida saludable te resultará muy útil para evitar que el problema te ataque. Vacúnese anualmente contra la gripe para prevenir diversas infecciones, reduzca los hábitos poco saludables como fumar o, si es posible, deje de hacerlo por completo. Deben evitarse a toda costa este tipo de actividades que pueden alterar las defensas naturales del organismo.
Este es probablemente el mejor y más fácil tratamiento para la neutrofilia. No es necesario tomar medicamentos nauseabundos ni siquiera tomar un descanso de su apretada agenda para dedicar su tiempo al tratamiento de la afección. Consuma alimentos saludables y evite aquellos a los que sea alérgico porque pueden compensar la afección en cualquier momento. No obstante, no se preocupe demasiado porque no es un problema que ponga en peligro su vida a menos que deje que se salga de control.